La Cruda Realidad

Hay que asumirlo. Este tampoco sera nuestro año. Y con este ya no se cuantos van.

El Valencia FC se volverá a ir de vacío con la sensación agridulce de haber quedado en puestos europeos una vez mas pero también pensando que, quizás, podían haberlo hecho mucho mejor.

Y es que puede que me haya ganado una fama de bipolar pero ya esta esta bien de intentar engañarse a uno mismo con la falsa idea de que podemos llegar a algo mas.

El aficionado valencianista se aferra a su pasado como si fuese a volver, como si se tratase de una mística profecía que anuncia la llegada un salvador que traerá leche y miel.

Pero eso no ocurrirá.

No ocurrirá porque ya no se tiene esa mentalidad ganadora que hace que los equipos pequeños se crezcan ante los mas grandes.

Miro con envidia el "Alcorconazo" y me pregunto por que mi equipo no puede hacerlo.

El aficionado valencianista no se ha dado cuenta que las dos míticas finales de Champions (finales que se perdieron) se han quedado añejas, que son la foto de boda del abuelo que se va quedando enterrada entre el resto de imágenes de la familia.

Pero no, nos negamos a olvidar que podemos volver ha hacerlo sin darnos cuenta que vamos inexorablemente hacia el desastre.

Nos creímos reyes, que dijo reyes, DIOSES, pensado que esos tiempos serian para siempre y desde ese momento todo seria oro y laureles. Y así nos metimos en obras titanicas, casi faraonicas, de creación del mejor estadio del mundo.

Pero la cruda realidad nos golpeo con fuerza y nos demostró cual era nuestro lugar y ahora estamos arrastrando esa carga como arrastra su cadena el fantasma de un castillo.

Por culpa de aquella gestión nefasta y absurda el club a tenido que ir vendiendo a todas sus estrellas. Silva, Villa, Mata y Marchena. Cuatro (que se puede decir muy alto) campeones del mundo que se han tenido que ir soltando para pagar la construcción de lo que ahora mismo es un montón de hierro y hormigón  en el centro de la ciudad.

Cada año el aficionado piensa que este año si, que este sera el año naranja. Y cada año vamos cayendo en la apatía y el desanimo porque vemos que no se avanza. Como ya dije nos conformamos con las migajas que sueltan los dos de siempre. Alzamos la cabeza altivos como terceros clasificados pensando que hemos logrado una gesta impresionante, negándonos a ver que en realidad lo conseguido es ser el mejor de los peores.

Un aficionado madridista me dijo hace poco días que cuando algún equipo se enfrenta al Madrid o al Barça es muy probable que pierda. Mientras otros equipos se dan cuenta en el campo cuando la derrota es mas que evidente, el Valencia lo hace desde antes de entrar al estadio. Ya entramos derrotados antes incluso de jugar el partido.

¿Y de quien es la culpa? ¿del entrenador?  ¿de los jugadores? ¿de la directiva? ¿de los árbitros?

No, señores, la culpa es del aficionado. que se se crea unas expectativas demasiado altas, cuando en el foro interno de cada uno sabemos que no pueden conseguirse, Negamos la cruda realidad.

Con este articulo me desahogo, entiendo que hay equipos lo estan pasando peor y envidiarían la posición en la que se encuentran los chés. Pero tenia que decirlo.

Aunque pensando bien, olvidar todo lo que habies leído, al fin y al cabo todo aficionado valencianista es un poco bipolar.