martes, 10 de abril de 2012

Carta a un periodista deportivo

Empezaría esta carta con la fórmula "estimado colega" pero no lo hago. No lo hago porque no somos colegas, dado que no soy periodista, solo aspirante a ello. Tampoco lo hago porque no te conozco como para poder estimarte. Y sobre todo no lo hago porque, a pesar del título de esta entrada, no te considero un periodista.


Perteneces a esa raza de periodistas que desde luego no dignifica la profesión, aquellos que cuando escriben o simplemente ejercen como tales en cualquier medio se olvidan de algo tan importante como hacerlo quitándose la camiseta con los colores de su equipo, sea el que sea.

La capacidad de autocrítica hacia tu trabajo y hacia lo que se ve en los aledaños del estadio del equipo de tus amores es prácticamente nula. Viertes bilis cada vez que has de hablar del máximo rival y menosprecias a cualquiera que haya de enfrentarse a ese equipo del que jamás te quitas la camiseta. Nadie es mejor, y si lo és es porque a vosotros os roban, os maltratan. Sois siempre víctimas de tremendas conspiraciones tanto arbitrales como institucionales. Pero ¡Ah! Cuando ganais la competición es siempre blanca e inmaculada.

Cada vez que hablas no haces más que emitir opinión pero tu opinión no dista nada de la del típico aficionado en la barra de un bar que se deja llevar más por impulsos y por el forofismo a unos colores antes que por la cabeza y la razón.

Y es ahí donde esta el problema: eres un forofo, lo que haces no es periodismo.

Entiendo tus razones, es el papel que has decidido adoptar y el que te ha puesto donde estás. Tu papel es ejercer de forofo, de hooligan con pluma estilográfica y pase de prensa. La gente te escucha y te lee, pero no todos para alabarte sino para escandalizarse con tus desmanes. Cuando llega la debacle a tu equipo, cuando empata de forma inesperada, cuando el máximo rival le hace morder el polvo, los programas que te acogen y te dan el púlpito para soltar tus encíclicas se frotan las manos, porque saben que es sinónimo de audiencia asegurada. Todos esperan ver tu cabreo, tu odio e incluso las lágrimas en tus ojos enjugadas con la bufanda de forofo que llevas al cuello. Por supuesto tambien tienes tus seguidores, que sufren de los mismos males que tú. Y por eso te siguen, porque se ven reflejados. Supongo que es para ellos para quien haces lo que haces.

Seguramente eres consciente de todo. Como digo es tu papel, el que has decidido asumir y el que te ha catapultado a la fama, el que te ha puesto donde estas y el que te ha dado un gran número de seguidores en Twitter, otra forma más de poder ladrar tus consignas.

Yo, solo estoy empezando en esto. Soy solo un bibliotecario de profesión y aspirante a periodista deportivo por vocación y supongo que por ello, por estar empezando, veo todavía esa espiral de intereses al servicio de los equipos como algo repulsivo. No se si tu, cuando empezaste compartias esta visión, si ese aspirante a periodista que eras vería aquello en lo que te has convertido y se avergonzaría de aparecer en televisión celebrando con la camiseta de otro equipo que han eliminado al máximo rival en una competición en la que tu equipo no participa.

Pero una cosa te concedo: eres un forofo con pase de prensa pero no lo escondes. Es más de lo que se puede decir de otros medios y otros profesionales de la información que se venden como plurales e imparciales y que, como tú, no se quitan la elástica de su equipo para escribir.

Maykel Pérez / @Greypilgrim

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